El funcionario Daniel Hewat, de 37 años, estaba en su descanso para comer cuando vio a una urraca y su cría relajándose al sol en Barton (Australia).



Daniel nunca había visto algo parecido. "Me pareció divertido y extraño y le dije a otras personas que estaban preocupadas que las urracas estaban bien. Para el ojo inexperto, parecen estar heridas o insoladas, pero en realidad están disfrutando", comentó al presenciar el extraño suceso.